viernes, 25 de abril de 2014

Vivir para ayudar. Ayudar para vivir

He oído a mucha gente decir (me incluyo dentro de este grupo) que viven para ayudar, y que por eso desean ser enfermeros y enfermeras. De verdad que me encanta oír esto, y no tiene mucho que ver con seguir la enseñanzas de Jesucristo ni nada de eso (además de que tampoco es la religión ningún santo de mi devoción), sino con que me parece que todo lo que sea ayudar a los demás me parece que habla muy bien de cualquier persona. Al fin y al cabo, se ha demostrado en innumerables ocasiones a lo largo de la historia que cuando el ser humano coopera tiende a avanzar, y cuando se enfrenta, sufre de regresión.

Pero a mi hace unos meses me entro el cosquilleo, de esos que se sitúan en el pectoral mayor, a la altura de la tercera, cuarta y quinta costilla (a la altura del corazón, para que me sigan todos), y me pregunté porqué gran parte de los alumnos de profesiones médicas no se plantean ayudar a gente desconocida a ellos, pero que lo necesita, de una forma diferente a como lo hace nuestra profesión.

Es entonces cuando me he decidido a investigar, puesto que todo saber es bienvenido, qué cosas se pueden hacer para ayudar a gente que nos necesita antes de los, por lo menos, 22. He visto qué hay asociaciones de muy diverso tipo que buscan continuamente personal con unos valores similares a los que debe tener un estudiante de Enfermería. Sé que quizá no nos sobre mucho tiempo, pero oye, todos podemos sacar un par de horitas de un finde al mes y seguro que esas personas nos lo agradecen.

Hay asociaciones que busca gente para hacer algún truquillo de magia, unos malabares, ser payaso para dibujar en globos, bromas y chistes la sonrisa de algún niño. Hay otras que buscan gente para hacer trabajos de apoyo muy concretos, además de sencillos si se enseñan bien. Mención aparte merecen todas las obras de donación, de esas que son como dice la definición de la RAE, totalmente altruistas) que pueden servir para salvar la vida a otra persona. Puedo entender que haya gente más reacia a donar órganos o donar su cuerpo a la ciencia después de morir, lo primero por miedo al dolor y a que puedan surgir complicaciones a corto, medio y largo plazo, y la segunda por pura tradición. Pero también hay donaciones de médula, de sangre, entre otras tantas, que son bastante más asequibles desde el punto de vista psico-sociológico. Yo, por ejemplo, soy donante de sangre.

Estas son formas básicas de ayudar. Es una receta fácil de felicidad. Una receta con poca cosa. Lo primero añadimos cuatro buenas tazas de voluntad, otras dos de altruismo y generosidad, un buen chorro de solidaridad e ilusión. Podemos condimentar todo esto con una buena sonrisa, palabras amables y un abrazo para aquel que lo necesite. Turno ahora para remover todos los ingredientes con una buena cuchara estéril de pensamientos pesimistas. Y lo dejamos en el horno un mínimo de dos horas al mes, ampliable al gusto y tiempo disponible de cada uno. Os puedo garantizar que os quedará un buen bizcocho, muy saludable para emplear contra el dolor ajeno, y que mucha gente querrá que repitáis.

De esto modo, quien sabe, quizás hasta nos ayude a llegar mejor preparados a nuestro trabajo dentro de unos años, ¿no?

Os escribe gustosamente,
Un estudiante de Enfermería

miércoles, 23 de abril de 2014

Día a día de un estudiante de Enfermería

Muchos se han atrevido a expresar una opinión que en el mundo educativo ha tenido mucha fuerza. Esa opinión a la que me refiero es "Enfermería es una carrera con poca carga de trabajo". Estoy poco más que hasta arriba de escuchar que si eligiendo esa carrera soy un vago, que si tengo mil horas de tiempo libre para irme a tomar cañas y cafés todas las tardes con mis compañeros. ¡Qué poco nos conocen...!
Es por eso que me he decidido a explicar a todos aquellos que no lo sepan como es uno de mis días rutinarios, para que se pueda expresar la opinión en base a que se conozca la situación.

La hora general a la que me levanto de la cama oscila entre las 6 y las 7, dependiendo de si tengo que estar en clase a las 8 o a las 9. Mi casa está a una hora de la facultad usando el transporte público, debido a eso me levanto tan pronto. Una vez en clase, tenemos una media de 4 horas por la mañana, ampliables a otras 2 "de regalo" en caso de que haya que presentar algún tipo de trabajo o asistir a alguna clase teórica disfrazada como clase práctica.
Por lo general, tras una mañana intensa, no suelo tener tiempo de volver a mi casa a comer, por lo que opto por malcomer debido a las prisas en la facultad o en casa de algún familiar que vive muy cerca (resaltar que la calidad de la comida de mi facultad me parece como mínimo aceptable).
A la carrera, otra vez a las 16h en clase, para poder recibir otras 2 (o incluso 3) horas de clases, ya sean teóricas o prácticas (estas últimas en el primer curso son poco habituales).
Si hacéis la cuenta, llego a casa sobre las 19h o 20h si no hay que acabar ningún trabajo de grupo que acabar en la facultad junto a mis compañeros. Es ese el poco tiempo que tenemos para hacer los trabajos individuales también incrementados desde el plan Bolonia, y estudiar el temario (que os puedo asegurar que no es ni fácil ni de bolsillo).

Como podéis ver, yo no me voy a quejar del número de horas de clase, porque si he elegido esta profesión, este es uno de los precios que sabía que habría que pagar. Pero no creo precisamente correcto que Enfermería sea tomada como una carrera "light". A partir de aquí, que cada uno exprese su opinión, pero en base a saber de lo que está hablando, nunca dejarse llevar por tópicos mal fundamentados.

Os escribe,
Un estudiante de Enfermería

martes, 15 de abril de 2014

¿Por qué Enfermería?

Supongo que esta es la primera pregunta que te haces antes de entrar a estudiar la carrera en la Universidad.
¿Por qué Enfermería? ¿Qué ventajas tiene? ¿Qué tal está de salidas? ¿Qué inconvenientes presenta? ¿Estoy listo y soy válido para trabajar como enfermero? Pues de eso os quería hablar hoy.
Yo diré que hasta unos años antes de entrar a la Universidad, en mi etapa de Bachillerato, quería y deseaba estudiar Medicina. Es una carrera también muy bonita, muy prestigiosa, de alto standing me atrevería a decir. Pero en mi caso, cuando descubrí que el mundo de la salud ofrecía otras alternativas igualmente válidas pero con otras características, cambió mi parecer.
Yo lo que quería era dedicarme a curar y cuidar a los pacientes mediante el contacto directo con los mismos, y cuando descubrí que punto por punto la enfermería me podía aportar todo eso, no me lo pensé ni un minuto más. Desde ese día hasta el día de hoy, sigo pensando que mi plano personal quedará bien cubierto en esta maravillosa profesión y estudiando para poder ejercerla. Así que, indudablemente, es una profesión vocacional, es nuestro interior en primera instancia el que nos mueve a escoger ser enfermeros y enfermeras.
A parte de esto, tiene una serie de innumerables ventajas, como es el carácter generalmente agradecido de los pacientes y familias al recuperarse, en la mayoría de los países se paga bien y tiene gran amplitud y variedad de especialidades para quien no se contente con ser enfermero general, prefiriendo estudiar para el EIR (Enfermero Interno Residente).
En cuanto al mercado laboral, la edad promedio de los profesionales de enfermería es elevada. Esto significa que en los próximos años muchos de estos profesionales entren en el plano de la jubilación, quedando libres bastantes puestos de trabajo para los jóvenes incluso dentro de nuestras fronteras. De momento seguirá habiendo pocos puestos vacantes para que enfermeros jóvenes puedan ejercer, pero en un futuro bastante próximo (y debido a que el personal ya ha sido recortado mediante las reformas del gobierno al mínimo posible) los jóvenes podremos ver la luz al final del túnel.
De los inconvenientes y los valores necesarios para la profesión ya os hablé ayer en mi segunda entrada del blog, así que no voy a reincidir más.
Y para todos aquellos alumnos procedentes de otras carreras, del mundo laboral, de FP o del Bachillerato, os puedo decir que la nota media que se pidió este último año (para los alumnos de Bachiller que se presentaron a las PAEU, también llamada Selectividad) rondaba entre el 8 alto y el 9.5 sobre un total de 14, por lo que es recomendable (por no decir obligatorio) presentarse a las pruebas específicas de las PAEU para los que hayáis elegido este camino de acceso. En mi opinión, es una nota bastante asequible y os ánimo a todos los que queráis acceder a la carrera a que estudiéis duro porque realmente merece la pena.
Espero haber aclarado las dudas a quien las pudiese tener, y haber conseguido entretener a los que no las tuvieseis.
Para cualquier contacto conmigo, Twitter (@enfermeriatoday) y los comentarios del blog.
Os escribe otro día más, gustosamente,
Un estudiante de Enfermería

lunes, 14 de abril de 2014

Valores necesarios para ser enfermer@

Como ya comenté en mi primer artículo, el cual espero que os haya agradado, para estudiar enfermería y ser enfermer@ hace falta motivación, vocación, gusto por la carrera. Pero con esto, solo, no vale...
Uno de los valores que considero absolutamente imprescindibles en la profesión enfermera es el contacto con el ser humano. He oído decir a mucha gente en la carrera que no les importa tener que tratar con el paciente. Menos mal que han sido pocos, sino hubiese sufrido una angina de pecho al instante. No es suficiente con "no me importa", te tiene que agradar y llenar el trato con el paciente y los compañeros. Hay que aprender a hablarle a los pacientes, especialmente a niños y ancianos, pero sin subestimar a la población adulta. Y esto te tiene que llenar por dentro. Ver como se recuperan, o como mejoran por el efecto "placebo" de unas palabras bien expresadas y con cariño, tiene que ser para nosotros tan importante como nuestra nómina.
En segunda instancia, pero no menos importante, tenemos que tener en cuenta lo sacrificada que es esta profesión. Tal y como comentó una seguidora del blog en mi primera entrada, hay mucha gente que no está lo suficientemente motivada en un principio, y con los años se agota y se desmotiva. Para una enfermera, las vacaciones llegan a estar pendientes de que no la soliciten de urgencia, se va a tener que "chupar muchas noches" en el hospital, el centro de salud, la residencia, o donde sea que la hayan contratado en estos tiempos tan difíciles. Además, dispondrá de pocos días sin complicaciones en su labor, siempre habrá algún paciente que necesite de ella. Por eso es tan importante saber a lo que uno se enfrenta antes de empezar, o se acabará dando de bruces contra una dura realidad. Aunque, ver a un paciente que se recupera, una "abuelita" que lo estaba pasando muy mal y se recupera, y tanto ella como su familia te agradece tu esfuerzo con los ojos empezando a encharcarse de lágrimas, debería compensar sobradamente las noches, las vacaciones y los fines de semana. Y si no piensas eso, muy probablemente el paso de los años hará mella en tu motivación.
Otro aspecto que creo destacable es la escatología. Cierto es que a cualquier persona normal hay ciertas cosas que le van a producir reparo o, sencillamente, asco. Pero esto no nos inhibe de realizar nuestras funciones. Si hay que recoger cualquier producto de desecho del paciente, realizarle la higiene en alguna zona corporal que pueda tener más sucia o con heridas porque no esté la auxiliar presente o haya que enseñarla a hacerlo correctamente, o cualquier situación similar, debemos vencer nuestro reparo a lo escatológico de la forma que nosotros consideremos más efectiva, y siempre sin herir los sentimientos del paciente debido a un fortuito descuido nuestro.
Haciendo un resumen, yo considero que valores como la empatía, el afecto, el sentido de la responsabilidad, el querer esforzarse, progresar y hacer las cosas bien y sabiendo lo que se hace (no por tradición), la motivación de la vocación, el ser agradable y el sacrificio por nuestro trabajo, son esenciales en cualquier trabajador de la enfermería.
Os recuerdo que podéis escribir en los comentarios vuestras críticas, sugerencias, aportaciones o lo que consideréis oportuno, como ya hizo Marie ayer, a la cual agradezco sinceramente su comentario y aportación. También comunicar a los que no lo sepan que este blog dispone de una cuenta de Twitter (@enfermeriatoday) dónde os podéis comunicar conmigo y estar al tanto de mis últimas publicaciones.
¡Muchas gracias por seguir leyéndome!
Os escribe atentamente,
Un estudiante de enfermería

domingo, 13 de abril de 2014

¿Sigue la enfermería lo que la sociedad piensa de ella?

Yo creo que no hay día que alguien no me pregunte acerca de si mi carrera obedece todos esos patrones y estereotipos con la que la gente la ha marcado desde que empezaron los ATS y los DUE. Que si cuantos chicos somos en clase, que si se liga mucho, que si es una Medicina B, que si ya hemos pinchado a alguien o abierto en canal algún cadáver...En fin, lo mismo de siempre. Quien haya estudiado enfermería o cualquiera de sus variantes en el pasado, sabe a lo que me refiero.
Para ser sinceros, algunos de estos moldes que le hacen a la carrera que estoy cursando son muy ciertos. No somos más que un 10-15% de estudiantes masculinos. ¿Se liga mucho? Pues no sé los demás, pero yo a la facultad voy a tomar apuntes, estudiar y escuchar a mis profesores. Y, como mucho, a hacer algún que otro amigo, que nunca está de más. Para ligar, los bares, discotecas, fiestas y los amigos de amigos me parecerían mejor opción de no ser que estuviese comprometido con alguien, que lo estoy. Y haciendo un inciso, me gustaría romper otro de esos moldes sociales de la carrera. Tanto entre los estudiantes masculinos como femeninos sigue predominando la heterosexualidad, aunque sinceramente, eso ni me va ni me viene y respeto cualquier forma de emparejarse de la gente.
Luego, me sorprendió lo poco que sabe la gente sobre la enfermería. Ni dónde actúa, ni qué hace, ni si obedecemos o no al médico a nivel laboral. No seremos jamás un hombre o una mujer con vestidos cortos provocativos, por supuesto. Tampoco tenemos como utensilio único la jeringuilla.
También, remarcar que no me gusta la gente que estudia una carrera tan esencial a nivel social como enfermería solo por "no haber tenido nota para Medicina". No somos Medicina B. Tenemos el 80% de las asignaturas diferentes. Cooperamos con los médicos, logopedas, fisioterapeutas y el resto del equipo sanitario para recuperar totalmente la salud del paciente. Pero quien esté estudiando esto tan bonito y necesario como es la enfermería sin motivación, lo mejor es que estudie otra carrera por el bien de los futuros pacientes. Es una carrera vocacional y no tiene mucho que ver con Medicina, no somos su filial, ni somos más, ni somos menos. Si alguien no siente esa motivación especial por la carrera, que lo deje, que haga algo que no tenga que ver con el contacto humano de enfermería. Que se dedique a otras profesiones igualmente necesarias en el campo de la ingeniería, la investigación, la docencia, la abogacía o lo que sea, pero como posible paciente y futuro compañero, creo que lo mejor para todos es que cada uno sienta su profesión como algo que le motiva, sea cual sea.
En los próximos días os comentaré con más detenimiento exactamente lo que hace una enfermera aparte de ser el "vampiro" de los hospitales y centros de salud y de poner inyecciones.
Muchas gracias por leerme. Os recuerdo que para cualquier sugerencia, observación o lo que se os vaya ocurriendo tenéis a vuestra disposición un apartado de comentarios debajo de cada entrada, así como una pestaña a la derecha para que os suscribáis mediante vuestro email (en caso de que os haya parecido interesante), y así podáis recibir al instante mis últimas publicaciones.
¡Nos leemos antes de que os deis cuenta! ;)
Os escribe,
Un estudiante de Enfermería

¡Bienvenidos!

Hola, buenas a todos.
Lo primero que quiero hacer es agradecer a todos los que os hayais molestado en entrar a este blog vuestro esfuerzo, sea cual sea el motivo que os ha llevado a visitarlo.
Tal y como pongo en la descripción, soy estudiante de enfermería en alguna ciudad del territorio español, y voy a compartir con todos vosotros una entrada acerca de mi opinión sobre el plan Bolonia, la carrera, lo que rodea a nuestra carrera y nuestras facultades. En resumen, todo aquello que pueda tener que ver con la Enfermería, tanto en estudios, como en ocasiones en la profesión.
Una de las preguntas que me surgió al decidirme a empezar el blog fue si hacer un blog más moderado, con opiniones más típicas, o mojarme un poco más y opinar, aunque esto pueda causar controversia. Me he decidido por mi personalidad. De la misma forma, tenéis a vuestra disposición el apartado de comentarios, para que de la misma forma podáis aportar ideas, críticas, o cualquier cosa que se os ocurra.
Esta misma noche os traeré mi primera entrada.
Muchas gracias por empezar a leerme y espero que os guste y sea de vuestro interés.
Atentamente, un estudiante para enfermero.